El jamón ibérico es una joya de la gastronomía española y uno de los productos gourmet más demandados dentro y fuera de nuestras fronteras. Su presencia es inigualable: destacan la excelente caña, el jamón de Pata Negra, la carne roja magra, la grasa penetrada y el riquísimo tocino. Entre las propiedades del jamón ibérico destacan: sus altas cantidades de ácido oleico procedentes de la bellota le aportan suavidad y palatabilidad a la vez que lo posicionan como uno de los alimentos más saludables de la dieta mediterránea y un producto cardiosaludable.
Valor nutricional
Además de ser un producto gourmet único, el jamón ibérico de bellota es un alimento muy completo en cuanto a su contenido nutricional, por lo que es ideal para incluirlo en cualquier tipo de dieta. El jamón ibérico, en contra de la opinión generalizada, no engorda si se toma con moderación. Debido a una alimentación natural a base de bellotas, que son ricas en ácido oleico, exactamente igual que el olivo, la grasa del cerdo ibérico producida en la «montanera» tiene una alta concentración de ácido oleico (alrededor del 55-65%).
El consumo de ácidos grasos monoinsaturados, como el ácido oleico, mejora y fortalece el endotelio, que es el tejido que protege las arterias del cuerpo humano y cuya inflamación es la causa principal de la mayoría de los trastornos cardiovasculares.
Tiene de 8 a 10 veces más tiamina o vitamina B1 que otras carnes y es una excelente fuente de vitamina B12. Esta vitamina es esencial para el funcionamiento regular del sistema nervioso, el cerebro y la creación de sangre, así como para la formación de ciertas proteínas.
Por su importancia nutricional, es un alimento completo para incluir en la dieta, que incluye sobre todo proteínas, hierro y vitaminas del grupo B. El jamón tiene un alto contenido en nutrientes, incluyendo importantes aminoácidos, minerales y vitaminas del grupo B. Y, debido a su digestibilidad y a la necesaria concentración de aminoácidos, es una buena fuente de proteínas de alta calidad.
Jamón cardiosaludable
La grasa del jamón ibérico se considera saludable, sobre todo para el corazón. El principal ácido graso de la grasa del jamón ibérico es el ácido oleico (el mismo que el del aceite de oliva), que tiene beneficios cardiovasculares. Por tanto, ya tiene motivaciones de peso para consumir esta grasa.
Su alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados (ácido oleico) y su contenido relativamente bajo en ácidos grasos saturados reducen la cantidad de colesterol que transportan las LDL (lipoproteínas de baja densidad, también conocidas como «colesterol malo», sin disminuir las HDL (lipoproteínas de alta densidad, también conocidas como «colesterol bueno».
Como es de esperar, hay una diferencia significativa entre los cerdos criados en el campo y los mantenidos en corrales, lo que apoya la diferencia de precios. La composición de la grasa del cerdo viene determinada por la alimentación del animal y sus circunstancias de engorde. El cerdo que se cría en el campo tiene más ácidos grasos monoinsaturados y un mayor contenido oleico, por lo que es mucho más sano y merece la pena gastar un poco más por este tipo de jamón.
Como el jamón sólo contiene 250 kilocalorías por cada 100 gramos, no es necesario excluirlo de nuestra dieta.
Sí incluye sal como resultado del proceso de salado, aunque no en mayor proporción que muchas otras comidas. Varios estudios han demostrado que ayuda a reducir la presión arterial y los problemas de coagulación de la sangre. El consejo, sin embargo, es no superar los 100 gramos diarios.
Aporta hierro
¿Tienes poco hierro y sufres de anemia? Entonces el jamón ibérico es una gran opción para ti ya que contiene este mineral en forma de hierro hemo, de fácil absorción, y zinc, de gran biodisponibilidad. También es una buena fuente de vitaminas del complejo B, que se absorben más rápidamente que las que se encuentran en otras comidas, ya que se absorben más fácilmente a lo largo del proceso digestivo.
En conclusión
Además de todos los beneficios mencionados anteriormente, se ha determinado que ayuda en la reducción de la fatiga en los deportistas; la ingesta moderada de jamón ibérico de bellota tiene un alto contenido en proteínas, un perfil lipídico equilibrado y un bajo aporte calórico. El consumo de 100 gramos del producto contiene 34 gramos de proteínas, lo que lo convierte en una dieta ideal para la construcción de músculo y una opción saludable para otras carnes rojas.
También ayuda con la reducción de la ansiedad y el estrés; el jamón ibérico es un antidepresivo natural debido a sus altas cantidades de triptófano (aminoácido precursor de la serotonina). Su ingesta ayuda a combatir la tensión y la ansiedad, lo que influye positivamente en nuestro estado mental.