La mayoría de la gente asocia «dieta» con un programa dietético rígido en el que se evitan muchas alternativas alimentarias por su alto contenido en grasas y calorías. Hay un mito muy repetido que asocia a que el jamón ibérico engorda. También se han planteado muchas preguntas sobre uno de los productos más apreciados de nuestra cocina: El jamón ibérico, que adoramos y cuya sola mención nos hace mojar los labios.
En general, existe un miedo a las grasas, ya que se piensa que son el origen de todos nuestros problemas de salud y/o del aumento de peso, pero el hecho es que nuestro cuerpo requiere grasas saludables para funcionar eficazmente, especialmente el cuerpo de la mujer, que tiene actividades metabólicas que requieren grasa para funcionar bien.
Existen varios conceptos erróneos sobre el jamón y lo que significa incorporarlo a nuestra dieta diaria. Es frecuente que se vea como un producto que no se debe consumir si se sigue una dieta saludable. O, más sencillamente, se concibe como un capricho que sólo puede concederse en días concretos. No es así; a continuación, desmentiremos la idea errónea de que el jamón ibérico es graso y te explicaremos los beneficios de esta pieza para que no tengas que eliminarla de tu dieta sana y equilibrada.
Aportes del jamón
No hay acuerdo sobre el número exacto de calorías que incluye este producto debido a la variedad de jamones que hay en el mercado, así como a la variabilidad en la alimentación de los animales de los que proceden y su fabricación. Teniendo en cuenta diversas referencias, una ración de 100 gramos de jamón ibérico tiene entre 200 y 350 calorías.
Debido a que la grasa se infiltra en la parte magra del jamón ibérico, es casi difícil separarla. Sin embargo, debido a la forma de alimentar a los cerdos ibéricos, su grasa tiene un alto contenido en ácidos grasos omega-3 y ofrece varias ventajas para la salud que han sido ampliamente investigadas.
Cuando consumimos sólo la parte magra del jamón curado o serrano, su valor calórico se aproxima bastante al de cualquier embutido de pavo o pollo; sin embargo, cuando se consume con la grasa, su valor calórico es muy superior al del jamón ibérico.
El jamón ibérico es una carne baja en calorías; aproximadamente el 15% de su contenido en grasa es ácido monoinsaturado, principalmente ácido oleico (que también se encuentra en el aceite de oliva, otro producto de la dieta mediterránea), que ayuda a aumentar los niveles de lipoproteínas de alta densidad (HDL o «colesterol bueno»), a reducir los niveles de LDL o «colesterol malo») y a controlar los niveles de triglicéridos en la sangre.
Además, el jamón ibérico tiene un alto contenido en proteínas, hierro, magnesio, zinc, agua y varias vitaminas, entre ellas la vitamina B3, que ayuda a controlar el estrés.
Incluir el jamón ibérico en la dieta
La base de una dieta saludable debe ser el consumo de alimentos reales y de calidad que nos ofrezcan macronutrientes como carbohidratos, proteínas o grasas saludables, además de micronutrientes como vitaminas y minerales.
Otras buenas ventajas del jamón ibérico para nuestra salud y, por tanto, para nuestra dieta son atribuibles a la alimentación del cerdo, sobre todo si se basa en la bellota. Cuanto más natural sea la dieta del cerdo, mejor, porque aporta nutrientes con potentes efectos antiinflamatorios sobre el sistema cardiovascular, así como antioxidantes.
Cuando examinamos la demanda de nuestro cuerpo de proteínas de origen vegetal o animal en todas las comidas, está claro que el jamón ibérico puede ser una alternativa de proteína animal para nuestras comidas diarias.
Además, el jamón de bellota incluye ácido oleico, que es el mismo que se encuentra en el aceite de oliva. Este tipo de grasa insaturada beneficia a nuestro organismo reduciendo factores de riesgo como el colesterol y ayudando al sistema inmunitario a reforzar sus defensas.
La dieta mediterránea
El jamón ibérico es un componente de la dieta mediterránea, reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, que se distingue por ser equilibrada y aportar numerosos nutrientes y beneficios para la salud gracias a las distintas recetas, estilos de cocina y productos tradicionales.
Algunos expertos consideran que el jamón ibérico, como los de Ibéricos Casa Lucas, representan una buena opción para una dieta saludable, y recomiendan entre 200 y 300 gramos semanales en sustitución de otras carnes rojas menos nutritivas en nuestra dieta.