A la hora de recibir visitas o celebrar una fiesta, no hay nada más práctico y atractivo que una mesa de quesos y embutidos. No es difícil de montar si se siguen algunas sugerencias que requieren un poco de esfuerzo y comprensión. Sigue leyendo y verás como presentar embutidos y quesos de manera sencilla.
Una de las máximas imprescindibles a la hora de elaborar las bandejas es que los sabores de los alimentos que coloquemos en ellas sean compatibles o se complementen entre sí, de manera que podamos apreciar todo lo que hay en ellas sin que ciertos olores o sabores se impongan sobre otros.
Consejos a seguir
1.Si tienes varios tipos de embutidos, clasifícalos por su característica fundamental: ibéricos con ibéricos, artesanos con artesanos.
2.Los quesos maridan estupendamente con todo: ibéricos o artesanos, frutos secos, fruta desecada, fruta fresca de temporada, membrillo, mermeladas, miel, etc.
3.Es importante sacar los quesos de la nevera al menos una hora antes de servirlos para que se puedan disfrutar plenamente los sabores. Sin embargo, el período no debe superar las tres horas para evitar que se sequen, transpiren y se mezclen los aromas.
4.Sólo hay que tener cuidado de no combinar quesos de olor fuerte con otros más suaves. Si tiene tipos muy diferentes, es mejor utilizar dos bandejas o una con dos compartimentos.
5.El queso y los embutidos pueden servirse en la misma mesa, pero en lugares separados y sin tocarse.
6.Para que los sabores no se mezclen, cada queso debe tener su propio cuchillo.
La elección
Los quesos pueden elegirse en función de sus características, aunque se recomiendan los de vaca y los de cabra, blandos y duros, con y sin hongos. A modo de ejemplo:
-Los quesos curados son el manchego, el gruyere, el gouda curado y el suizo.
-El brie, el camembert, el munster, la mozzarella y feta son ejemplos de quesos blandos.
-El parmesano, el pecorino, el manchego y el provolone son ejemplos de quesos duros.
-El gorgonzola, el roquefort y el cabrales son ejemplos de quesos azules.
El olor, la textura y el sabor tienen un impacto cuando se ponen en la mesa. Una distribución decente sería de más suave a más fuerte.
Los embutidos deben estar bien cortados y colocados simétricamente. Un poco de abanico puede ser:
–Jamón ibérico entero o lomo curado.
-Embutidos blancos sin pimentón, como el salchichón, el chorizo ibérico sin pimentón y el fuet.
-Chorizo o embutidos rojos similares.
Presentación
Uno de los errores más comunes que se cometen al construir las tablas de comida es no tener en cuenta si la textura de alguna de ellas es húmeda o grasienta, lo que podría “contaminar” el olor y el sabor de las demás. Otro error típico es servir los embutidos y quesos directamente de la nevera o disponerlos sin cortarlos en trozos.
La comida debe servirse siempre en porciones pequeñas (del tamaño de un bocado) y manejables. Hay que separar las comidas aceitosas o húmedas del resto de los alimentos (y también entre sí) para evitar que se mezclen los sabores. Los quesos y embutidos deben servirse siempre a temperatura ambiente. Todo lo que se pueda repartir debe tener su propio cuchillo o instrumento para evitar que los sabores se mezclen.
Cantidades
Una cosa es cierta: a nadie le gusta quedarse corto cuando recibe visitas y prepara platos variados. Te contamos una pauta de oro para calcular correctamente las cantidades.
Si la reunión es modesta (menos de cuatro personas), debe haber al menos tres tipos de embutidos y quesos, y entre cuatro y seis (o más) si es grande (más de cuatro personas).
Procura que sean variados para que todos puedan probar algo nuevo. Además, el jamón y el salmón nunca son demasiado (pero ponlos por separado). Más es más en este escenario.
Acompañantes
Por supuesto, el pan en sus diversas formas, tostado o sin tostar, ocupa el primer lugar en la lista, pero lo ideal es que sea de sabor neutro para no opacar el sabor de los quesos y embutidos. Los quesos aromatizados son un excelente acompañamiento de los quesos blandos en la mesa.
Los palitos de pan y las galletas saladas de muchas variedades, simples o condimentadas, también están en el menú.
Las frutas frescas, como las uvas y el melón, también son aceptables, igual que algunas frutas procesadas, como las aceitunas. Se pueden añadir frutos secos como almendras, nueces, avellanas y pistachos.
Siguiendo estos consejos y los productos de cerdo de Ibéricos Casa Lucas, podemos asegurarte que tus invitados quedarán muy satisfechos y querrán volver por más.