Las temperaturas suben en verano, afectando no sólo a nuestra resistencia física sino también a la conservación de nuestros alimentos. Por eso, para que tu jamón ibérico o tus loncheados no se estropeen, te explicamos cómo conservar jamón en verano y disfrutarlo al máximo.
Si compras una pieza de jamón o paleta, lo recomendable es que la consumas el primer día. Cuando tenga en sus manos esta loncha, estará en su mejor momento de consumo, así que empiece a comerla enseguida.
Durante la temporada de verano, un jamón de 7 kilos conservado a temperatura ambiente y cuidadosamente cubierto puede sobrevivir unas dos semanas. Un máximo de 10 días en el caso de una paleta de 4,5 kilos. Esto se debe a que el calor hace que el jamón sude más, pierda más grasa protectora y se seque más rápidamente. De este modo, no sólo se seca más rápido, sino que también se oxida y puede aparecer el moho debido a la continua fuente de calor, que es la temperatura ambiente durante los días de verano.
Claves para la conservación del jamón
Cualquier jamón que se estropee por no seguir estas fundamentales y sencillas pautas sería una desgracia y un desperdicio. Cuanto más tiempo se tarda en consumir una pieza, más pierde su sabor y textura originales, lo cual es lamentable para un producto tan apreciado cuyo consumo debería ser siempre placentero. Por ello, a continuación, te ofrecemos las claves para mantener su pieza o loncheado en óptimas condiciones:
1. Mantenerlo en un sitio fresco
En verano, el mejor método para almacenar el jamón ibérico es en un lugar fresco y seco, como una despensa o una bodega, donde la temperatura no supere los 22 o 23 grados. No habrá ninguna dificultad si no disponemos de una habitación con estas características en casa.
En caso de no tener, no es necesario buscar un pequeño microclima en casa, como una despensa. Basta con mantener el jamón alejado de fuentes directas de luz o calor, como el sol, las estufas y los hornos, si lo tiene en la cocina, que es lo más típico.
2. Conservar la pieza entera
Si prefiere comprar el jamón entero y cortarlo tú mismo con un cuchillo, aquí tiene unas sencillas recomendaciones que le ayudarán a conservarlo correctamente y a disfrutar al máximo de su jamón.
En primer lugar, es fundamental comprar una loncha algo más jugosa de lo habitual. El calor permitirá que el producto se desarrolle mientras se corta de esta manera.
Una vez que haya comenzado su jamón, las pautas de conservación son idénticas a las habituales, aunque debemos ser un poco más cautelosos con nuestro jamón durante el calor. Es fundamental que nuestro jamón no entre en contacto con ninguna fuente de calor directa.
Cubrir la superficie ya cortada de la pieza con lonchas de tocino blanco. Como la grasa se derrite con el calor, mantendrá la región húmeda hasta que volvamos a cortar el jamón. Se puede utilizar un trapo de algodón limpio para cubrir la parte superior de la pieza. Esto evitará que la pieza entre en contacto directo con el aire, impidiendo que se reseque.
3. Usar la nevera
Le recomendamos que guarde los sobres cortados en el frigorífico si los compra. Para disfrutarlo bien, sáquelo de la nevera unos 30 minutos antes de servirlo para que esté a la temperatura óptima. Si no dispone de tanto tiempo o se le olvida, puede acelerar el proceso de loncheado pasando el sobre cerrado por agua caliente. De este modo, obtendrá todo el sabor.
4. Comerlo en el menor tiempo posible
Una buena sugerencia para conservar el jamón durante el verano es consumirlo lo antes posible. Si consumimos jamón todos los días, no se verá afectado por el calor. Si cortamos unas cuantas lonchas cada día, el jamón estará siempre a la temperatura adecuada cuando lo sirvamos. Por eso, si tienes una familia numerosa o lo compras para una ocasión especial, no tendrás que preocuparte por su conservación.
5. Optar por jamón envasado
Una buena forma de disfrutar del jamón en verano es adquirir el jamón deshuesado o cortado y envasado al vacío directamente.
En algunas zonas de España, el jamón se deshuesa en tres piezas: maza, contra (babilla) y punta. Puede comprar una de estas partes o pedir que se lo fileteen y envasen.
Comprar directamente jamón, deshuesado o cortado y envasado al vacío, tiene varias ventajas. Por un lado, tenemos una herramienta muy útil para esos momentos en los que no nos apetece cocinar tras volver de la playa o de un viaje. En segundo lugar, nos evita tener que cortar el jamón para consumirlo. Podremos disfrutar de un producto bien conservado como los que ofrece Ibéricos Casa Lucas.